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La Salud Mental de los jóvenes: Un problema desbordado en el ámbito laboral

La salud mental de los jóvenes es uno de los temas de especial actualidad. Según datos del Observatorio de Contingencias Comunes de 2022 elaborado por la mutua Asepeyo, el 53 % de las bajas laborales corresponden a trabajadores menores de 40 años, a pesar de que los trabajadores hasta 39 años representan solo el 35,8 % de la población activa, según la EPA del primer trimestre del mismo año. Además, las patologías psiquiátricas constituyen el 11,2 % del total de bajas laborales. Por otro lado, el informe señala que el 39,3 % de las bajas laborales totales las sufren personas que llevan menos de un año trabajando en la empresa. Estos números subrayan una tendencia alarmante que afecta tanto a los individuos como a las organizaciones.

Ante estas noticias es lógico que los medios se interesen por las opiniones de los psicólogos. Este fin de semana Antena 3 TV, y el anterior, Telemadrid me han entrevistado al respecto.

Una explicación desde el Modelo de Demanda-Recursos

Desde un punto de vista psicológico, el Modelo de Demanda-Recursos (JD-R), desarrollado por Arnold Bakker y Evangelia Demerouti, ayuda a explicar la relación entre las demandas laborales, los recursos disponibles y el bienestar de los trabajadores (Bakker et al., 2014Demerouti et al., 2001).

  • Arnold Bakker es un psicólogo organizacional destacado, especializado en temas como el compromiso laboral, el desempeño, y la gestión de recursos laborales y personales.
  • Evangelia Demerouti es una experta en psicología del trabajo y las organizaciones, con un enfoque en la salud ocupacional y el bienestar en el lugar de trabajo.

Su trabajo, publicado en el artículo «The Job Demands-Resources Model of Burnout», sentó las bases de este marco teórico que ha sido ampliamente utilizado en la psicología organizacional para explicar el estrés laboral, el burnout y el compromiso laboral.

Juntos, Bakker y Demerouti integraron el JD-R como una herramienta flexible aplicable a diferentes tipos de trabajos, considerando que cada empleo tiene sus propias demandas y recursos específicos. Este modelo es una evolución de teorías anteriores, como la de estrés laboral de Karasek y la de conservación de recursos (COR) de Hobfoll.

El JD-R se ha convertido en uno de los marcos más influyentes para estudiar el impacto de las demandas y recursos en la salud, el bienestar y el desempeño laboral.

El modelo señala cómo ciertos aspectos físicos, sociales o psicológicos del trabajo y del entorno organizacional influyen en el bienestar de los empleados y pueden afectar indirectamente a su salud, comportamiento y desempeño.

Las demandas laborales se definen como los aspectos físicos, psicológicos, sociales u organizacionales del trabajo que requieren un esfuerzo físico, cognitivo y/o emocional sostenido y, por lo tanto, están asociados con ciertos costes fisiológicos y/o psicológicos (Demerouti et al., 2001).

Los recursos laborales se definen como los aspectos físicos, psicológicos, sociales u organizacionales del trabajo que tienen potencial motivador, son funcionales para alcanzar metas laborales, regulan el impacto de las demandas laborales y estimulan el aprendizaje y el crecimiento personal (Bakker y Demerouti, 2017).

  1. Demandas laborales de los jóvenes

Los jóvenes suelen enfrentarse a:

  • Curvas de aprendizaje pronunciadas: Tienen que adaptarse a nuevas responsabilidades y demostrar competencias y a entornos normativos y orientados a objetivos por primera vez.
  • Inestabilidad laboral: Mayor exposición a contratos temporales, baja remuneración y horarios irregulares.
  • Falta de experiencia: Requieren un mayor esfuerzo emocional para cumplir expectativas.
  • Carga de trabajo: Con frecuencia asumen una mayor carga de trabajo para demostrar sus competencias.

2. Recursos laborales limitados

  • Falta de autonomía: La baja capacidad de decisión en los roles laborales genera una sensación de impotencia.
  • Apoyo social limitado: Redes de apoyo menos desarrolladas.
  • Habilidades insuficientes para gestionar el estrés.

3. Mayor riesgo de agotamiento

El desequilibrio entre altas demandas y bajos recursos incrementa el riesgo de burnout, especialmente entre los jóvenes que aún están desarrollando estrategias de resiliencia.

4. Percepción diferente del trabajo

Los jóvenes tienden a:

  • Percibir los problemas laborales como más desafiantes debido a la falta de experiencia.
  • Tener expectativas más altas sobre su entorno laboral.
  • Priorizar su bienestar psicológico, lo que los lleva a reportar bajas con mayor frecuencia.
  • Tener expectativas poco realistas en sectores exigentes como la tecnología o la consultoría que conducen a un agotamiento prematuro.

Además, tenemos que señalar otros factores como son:

1. Dificultad para Manejar el Estrés

  • La falta de experiencia en la gestión del estrés laboral hace que los jóvenes sean más propensos a la ansiedad y al agotamiento.
  • Las expectativas de cumplir con múltiples objetivos, tanto personales como profesionales y sociales, aumentan la presión.

2. Vulnerabilidad psicológica

  • Los jóvenes están en una etapa de desarrollo emocional y personal en la que aún no han desarrollado una sólida resiliencia.
  • Las transiciones vitales como mudarse, independizarse económicamente o iniciar una carrera generan un gran estrés.
  • Las generaciones jóvenes, X y Z, se caracterizan por su «yo» y «ya», la prioridad e inmediatez para obtener lo que desean.

3. Impacto de la pandemia y las crisis globales

  • La pandemia de COVID-19 y las preocupaciones sobre el cambio climático han incrementado la aparición de la ecoansiedad y el uso de las redes sociales, la tecnoansiedad.

4. Presión Social y Cultural

  • Éxito rápido: Existe una presión por alcanzar rapidamente metas como estabilidad económica y logros personales a temprana edad.
  • Redes sociales: Las comparaciones constantes en estas plataformas pueden alimentar la ansiedad y la insatisfacción personal.

5. Falta de apoyo en el lugar de trabajo

  • Muchas empresas no ofrecen políticas específicas para promover el bienestar mental, por lo que los jóvenes no cuentan con un apoyo concreto para afrontar los desafíos laborales.

A pesar de estas demandas, no todo lo relacionado con el trabajo es negativo. Tener un trabajo es una fuente también de desarrollo e integración social muy importante.

Así, el Modelo de las demandas y los recursos laborales desencadenan dos procesos diferentes (ver Figura).

En el primer proceso, denominado deterioro de la salud, la frecuencia y/o gravedad de las demandas laborales (p. ej., la carga de trabajo, las exigencias asociadas a la tarea o los conflictos interpersonales) generan un esfuerzo adicional. Este esfuerzo adicional agota los recursos físicos, emocionales y cognitivos de los empleados, lo cual puede originar tensiones laborales, agotamiento y problemas de salud (Demerouti et al., 2001Li et al., 2023).

En el segundo proceso, conocido como proceso motivacional, los recursos laborales (p. ej., la variedad de habilidades, el apoyo social o la retroalimentación) satisfacen las necesidades psicológicas básicas y fomentan el engagement de los empleados, lo que a su vez impulsa la creatividad y mejora el rendimiento (Bakker y Xanthopoulou, 2013).

Conclusión

El alto porcentaje de bajas laborales por salud mental entre los jóvenes refleja una combinación de vulnerabilidades individuales, exigencias sociales y problemas estructurales en los entornos laborales. El Modelo de Demandas y Recursos nos permite comprender cómo afrontamos los desafíos laborales con consecuencias negativas, unas veces en nuestra salud mental, y positivas otras en nuestra motivación y compromiso.

Dado el impacto del número de bajas laborales, es crucial implementar medidas que promuevan condiciones laborales saludables, apoyo psicológico y formación en manejo del estrés y hábitos saludables que permitan incrementar los recursos de los jóvenes para hacer frente a las demandas laborales. Además, trabajar en la mejora de la calidad de vida laboral fomentando condiciones laborales cada vez más saludables.

A lo largo del año 2024 personalmente he trabajado con varias organizaciones para realizar planes específicos por edad, ofreciendo formación y recursos concretos para incrementar los recursos personales y facilitar el desarrollo de competencias claves para hacer frente al trabajo como la resiliencia o la flexibilidad psicológica.

La experiencia indica un resultado inmediato que se traduce no sólo en la disminución de las bajas laborales sino también en el incremento de permanencia en la organización.

Adaptar las políticas empresariales para responder a las necesidades de los jóvenes no solo mejora su salud mental, sino que también fortalece el compromiso y la productividad de esta generación clave para el futuro de la sociedad.

Por ello es clave adoptar modelos fundamentados científicamente como el Modelo de Demandas y Recursos, a la hora de diseñar las políticas organizacionales en materia de personas.

Fuente: Bakker, A. B., Demerouti, E., Sanz-Vergel, A. y Rodríguez-Muñoz, A. (2023). La teoría de las demandas y recursos laborales: nuevos desarrollos en la última década. Journal of Work and Organizational Psychology, 39(3), 157-167. https://doi.org/10.5093/jwop2023a17

¿Cómo afecta a la Salud Mental de los trabajadores la DANA de Valencia?

Si, esta situación puede agravar la ya difícil y compleja situación actual de la salud mental que afecta tan dramáticamente a las empresas con cifras de bajas laborales que superarán las 603.521 bajas laborales por trastornos del comportamiento que se registraron en 2023 y que suponen la cifra más alta del periodo analizado, según el Informe de Salud Mental y trabajo de UGT.

El impacto en la salud mental en la población afectada por la DANA es «tan elevado» que el Ministerio de Sanidad prepara un estudio para cuantificarlo, aunque ya avisa de que los estragos de inundaciones como esta, sobre todo trastornos de estrés postraumático y del sueño, y depresión persisten durante al menos tres años. Así lo advirtieron ayer desde el Ministerio de Sanidad en el documento de estudio llamado Evaluación del Riesgo de las Lluvias torrenciales y catástrofe natural en la Comunitat Valenciana, elaborado conjuntamente por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y otros departamentos del departamento de Sanidad como el Comisionado de Salud Mental, además de la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat y los Centros Nacionales de Epidemiología y Microbiología. En este informe, se explica, en concreto, que tras un desastre como el acontecido la pasada semana en la provincia de Valencia, el riesgo de aparición de problemas de salud mental existe desde la fase aguda hasta la de respuesta y recuperación, de forma que su impacto en los afectados «persiste durante al menos tres años» (Publicado en El Períodico, el 11-11-24)

¿Cómo pueden actuar las empresas?

Una catástrofe como esta y el dolor colectivo de nuestros compatriotas, y en muchos casos familiares, hace reaccionar a las personas de bien. No hay más que ver la reacción solidaria de los miles de voluntarios. Es el momento en el que la empresa debe mostrar su faceta más humana.

El cómo actuará la empresa, va a depender del nivel de afectación más o menos directa de sus empleados, instalaciones, negocio. En primer lugar, hay que atender a las familias de los fallecidos y ayudar a las víctimas directas. En segundo lugar, es evidente que, en este momento, hay que intentar rehacer las estructuras productivas para facilitar un retorno a la actividad. La empatía y solidaridad es clave. Si trabajadores de otras zonas pueden ayudar será algo muy valorado. Un ejemplo de este hacer es mantener a los trabajadores del centro destruido en casa mientras llegan trabajadores de otros centros a rehacerlo y volverlo a poner en marcha.

Los estudios psicológicos han demostrado que el apoyo social es un elemento clave en la forma en que las personas vamos a vivir una situación así. Ya se experimentó en la pandemia cómo el apoyo social a los sanitarios actuó como un ancla sustancial a la vida y un bálsamo para curar las heridas.

El apoyo social en la empresa es clave para que los trabajadores sientan que pertenecen a una organización donde se tiene en cuenta a las personas. La solidaridad no consiste sólo en ayuda material, sino también en una solidaridad psicológica, gracias a la cual los trabajadores saben que su empresa prima en estos momentos a los seres humanos y apoya a sus trabajadores.

¿Qué pueden hacer las empresas?

Realizar un plan de intervención para reducir la angustia y el estrés en estos días de gran intensidad emocional.

  1. Crear espacios donde se hable de qué estamos haciendo a cargo de los máximos líderes de la organización, más allá de un mero comunicado, donde haya rituales de homenaje y se refuerce el sentido de pertenencia y orgullo.
  2. Crear espacios donde hablar de cómo se sienten para que los trabajadores puedan sentir el apoyo social, la empatía y el verse unos a otros, algo esencial para tranquilizarse.
  3. Comunicar las acciones solidarias que estamos realizando y coordinar su colaboración.
  4. Ofrecer acceso a atención psicológica inmediata.
  5. Ofrecer psicoeducación sobre cómo nos afecta una catástrofe así, cuáles serán las reacciones esperables, nuestros sentimientos, cómo gestionar la angustia.
  6. Realizar sesiones de duelo, si es necesario.
  7. Crear redes de acompañamiento a los afectados para afianzar el sentido de pertenencia.
  8. Fortalecer la resiliencia, fomentando la consciencia del aprendizaje ante cómo ha reaccionado la organización en estos momentos.
  9. Facilitar una nueva normalidad: mantener rutinas, pero sin ignorar lo que ha ocurrido, por ejemplo, teniendo un recuerdo especial cada día para los valencianos. Algunas organizaciones han colgado banderas o tienen mensajes en sus pantallas digitales de recuerdo y apoyo a los afectados de Valencia y Albacete.

¿Cómo pueden actuar los líderes de equipo?

Los jefes tienen un enorme impacto en la calidad de vida de los trabajadores. Son los que están en el día a día, los que pulsan la implicación, concentración, rendimiento. Y, en mayor o menor medida, detectan y gestionan cómo las personas se sienten.

Su papel es esencial en cómo los equipos van a experimentar estos momentos, el duelo y la conexión humana tan poderosa ahora para algunas personas.

Hay que tener en cuenta que:

  1. Los tiempos de reacción pueden verse alterados, estamos en shock, traumatizados, doloridos, en duelo, nuestro pensamiento se va continuamente a nuestros hermanos valencianos.
  2. Las reacciones pueden sufrir altibajos, momentos de indignación e ira con momentos de depresión y angustia, nuestras respuestas son en estos momentos más emocionales.

¿Qué puede hacer ese líder de equipo?

  1. Es necesario tener más paciencia.
  2. Abrir espacios para hablar de lo que ocurre, comentar noticias, expresar sentimientos (tal vez una mini reunión al inicio de la jornada o a la hora del café) donde se puedan canalizar los sentimientos e incluso las acciones de solidaridad.
  3. Ser más flexibles con tiempos y reacciones.
  4. Promover el sentido de pertenencia y el apoyo social.

¿Cómo pueden actuar los trabajadores?

Es momento de combinar especialmente la ayuda a los afectados con el autocuidado a uno mismo.

Todos los que vivimos con angustia y dolor la experiencia de nuestros conciudadanos valencianos estamos afectados también de forma vicaria en mayor o menor medida.

Una especial atención a aquellos que están en la ayuda directa y los que estarán, aquellos que se enfrentan con la ruina y el dolor de otros y lo experimentan como propios. Ellos son los que necesitan en mayor medida cuidarse para poder cuidar. Como dicen en los aviones, primero ponte tú el salvavidas y después ayuda a otro a ponérselo.

La fatiga por compasión que estos profesionales pueden sufrir podría arrastrarles a situaciones de estrés y burnout y es necesario establecer medidas preventivas para que no caigan en situaciones psicológicamente inmanejables.

Para los que lo viven como espectadores indirectos y que también conectan con tanto sufrimiento humano, es importante poner énfasis en seguir pautas de autocuidado.

  1. Toma consciencia de cómo te sientes. Está bien, es lo normal, no te juzgues ni trates de eliminarlo. Reconoce tus emociones, da nombre a tus sentimientos. En estos momentos en normal experimentar emociones de intensa carga negativa como el miedo o la tristeza o la ira. Date tiempo.
  2. Mantente en contacto con familiares, amigos y compañeros. Busca grupos de apoyo si lo necesitas. Al hablar y compartir con otros aliviamos la carga emocional y sentimos el poder de la conexión humana.
  3. Sigue rutinas. El orden proporciona estructura y estabilidad en medio del caos actual y compensa la sensación de incertidumbre y descontrol.
  4. Ponte pequeñas metas cada día. Los objetivos focalizan la acción y dan sentido a nuestra vida. En estos momentos nos son especialmente útiles.
  5. Practica el aquí y ahora. Ejercicios de meditación, de atención plena, de defusión, son especialmente útiles para aliviar la tensión mental que nos origina el tsunami emocional que vivimos y reducir el estrés.
  6. Cuida tus pensamientos. Sé consciente de los pensamientos negativos, catastrofistas que te pueden inundar y dominar tu mente. Es necesario balancear los pensamientos y pensar más que en lo que ha pasado en lo que hay que hacer a futuro.
  7. Realiza alguna actividad satisfactoria. Al hacer cosas que nos satisfacen, nos sentimos bien. No sólo expresamos nuestro mundo interior, sino que lo regulamos haciendo que nos encontremos mejor.
  8. Contribuye. Este es un aspecto sustancial de la esencia humana que da sentido a la vida, contribuir es aportar algo a la humanidad. Trabajar, donar, escuchar, acompañar a otros seres humanos despierta nuestro sentido de ser parte, de conectar, de la pertenencia a la humanidad. Hazlo en la medida de tus posibilidades.
  9. Cuida tus hábitos. Ejercicio, dieta y sueño son los tres básicos para la salud. Practica hábitos que te ayuden a estar bien y sentirte bien.
  10. Busca atención psicológica. Si sientes que te desborda la realidad que te resulta abrumador cómo te sientes o que tienes dificultades para el día a día, busca atención psicológica cuanto antes.

Con todo mi cariño hacia los valencianos y con ellos en mente, una canción de Silvio Rodríguez, “Sólo el amor convierte en milagro el barro”.

HAY QUE HABLAR DE SALUD MENTAL EN LAS ORGANIZACIONES

Hoy en día la sensibilización sobre la importancia de la salud parece un punto de encuentro entre todos los interlocutores sociales.

En las empresas, la salud se ha convertido en un problema crítico ya, que se traduce en bajas laborales, absentismo, rotación, accidentes y pérdida de productividad (producción, errores, costes).

Parece que no hay duda de que el cuidado de la salud física es imprescindible y desde las organizaciones se fomentan hábitos saludables como una alimentación equilibrada, dejar de fumar, hacer ejercicio y últimamente, con especial interés, seguir unas pautas de sueño saludables.

Sin embargo, el interés por la salud mental ha venido de la mano de los efectos de su debilitamiento y carencia. Trastornos como la ansiedad, la depresión, trastornos del ánimo y trastornos de conducta, se generalizaron en la época del COVID y se ha podido constatar la permanencia de altos niveles de incidencia de estos trastornos.

ALGUNOS DATOS SOBRE LAS BAJAS LABORALES

El número de bajas no ha hecho sino aumentar progresivamente, se ha duplicado en los últimos siete años.

En 2023 España registró casi 600.000 bajas relacionadas con problemas de salud mental y trastorno de conducta

Las bajas de las personas jóvenes han aumentado un 90% desde la pandemia según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, según una consulta a través del Portal de Transparencia realizada por ABC.

Algunos efectos de este incremento de trastornos de salud mental son:

  1. Normalización de hablar de salud mental
  2. Disminución del estigma tradicionalmente asociado a la enfermedad mental
  3. Incremento de la demanda de servicios psicológicos

ALGUNOS DATOS SOBRE LA DEMANDA DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA

Según datos de la plataforma de terapia online Therapyside, sobre 7500 pacientes, el 51% de los pacientes tienen entre 25 y 34 años y el 21% entre 35-44. El porcentaje de mujeres es del 64,05.

La pandemia aumentó los trastornos de salud mental entre los jóvenes. Especialmente problemas de gestión del día a día (estrés, síndromes de adaptación cotidianos, malestar emocional); ansiedad; trastornos alimentarios; adicciones; ideación suicida y el suicidio, que es la principal causa de muerte entre los jóvenes.

Además de los efectos de la pandemia, el complicado contexto socioeconómico, la pérdida de referentes y valores en el que están inmersos los jóvenes, así como la falta de recursos psicológicos para afrontar la incertidumbre y el malestar han propiciado un deterioro de su salud mental.

Junto a estas circunstancias, hay que señalar la progresiva normalización entre las nuevas generaciones de la expresión emocional; el debate público abierto en torno a la salud mental, la existencia de modelos sociales que abiertamente hablan de sus problemas mentales y su terapia y la progresiva eliminación de los estigmas asociados a todo lo relativo a enfermedad mental que hacen más cercano y visible el hablar de estos temas. No es de extrañar, por tanto, que la demanda de atención psicológica por los jóvenes se haya disparado.

Por lo tanto, parece oportuno poner el acento en las generaciones centennials y millennials y en las mujeres. La experiencia trabajando con estos colectivos nos lleva la consideración de que las generaciones más jóvenes necesitan desarrollar su inteligencia emocional para hacer frente a la vida con más aplomo y seguridad. Por mi experiencia, trabajando en procesos de psicología coaching la baja autoestima y la gestión de las emociones negativas son dos necesidades clave de estas generaciones.

Joven, mujer y trabajadora parece una combinación clave para demandar servicios de atención psicológica, los estudios nos refieren a factores sociales y a la mayor permisividad para hablar de los sentimientos y las relaciones como elementos claves de esta demanda.

Esto nos lleva a una conclusión que empieza a abrirse como un camino claro en muchas organizaciones y es la necesidad de hacer protocolos de salud mental intervención diferenciados por género.

EL BIENESTAR PSICOLÓGICO LABORAL UN ASUNTO ESTRATÉGICO

El tema del bienestar psicológico en las organizaciones está de plena actualidad y no sólo en España. En el Parlamento Europeo se está trabajando en torno a ello con la idea de declarar 2023 como Año Europeo de la Salud Mental como medio de garantizar que todos los países presten atención a los problemas de salud mental que sufren los ciudadanos.

En el Think Tank Psicología del Trabajo hemos abordado este tema en nuestro tercer debate que Capital Humano ha resumido en el artículo

El bienestar psicológico de las plantillas: un asunto estratégico, no un parche

El debate del #ThinkTankdePsicoTra se ha organizado en torno a tres ejes de tensión, a modo de grandes capítulos, sobre los que hemos organizado el debate dando respuesta a preguntas como si necesitan las empresas un enfoque preventivo y abierto de la salud mental en el lugar de trabajo o si hay que crear una cultura de cuidado y bienestar psicológicos.

El primero de los ejes ha sido cómo ha afectado a la #saludmental de los trabajadores el #Covid19.

El segundo, la salud mental como valor estratégico organizacional en sí mismo y no como medio para conseguir otros fines.

El tercero en torno a los programas prácticos de mejora de la salud mental en el trabajo y la inclusión de la perspectiva de género.

Conoce el artículo aquí que, además, dedicamos a nuestro compañero fallecido Juan Antonio Esteban Bernardo

Hemos contado con unos invitados de excepción Marisa Salanova
María Paz García-Vera Ph. D. Vicente Gonzalez-Romá que han hecho que el debate se haya convertido en una rica fuente de ideas, perspectivas y prácticas. Junto a ellos: JOSE M PEIRO Lourdes Munduate Francisco Javier Cantera Herrero Javier Remón David Aguado y yo misma, Isabel Aranda.

Puedes conocer los debates Think Tank Psicología del Trabajo en: https://lnkd.in/eVnnq2Bm

El artículo en sí mismo recoge una rica exposición de todos los ponentes que nos llevan a reflexionar y tener mucho más presente la necesidad de cuidar el bienestar psicológico en el trabajo y de políticas públicas y empresariales para cuidar la salud de los trabajadores como garantía de su calidad de vida.

LOS DESEOS PARA EL NUEVO AÑO

Muchas veces nuestros clientes de Psicología Coaching vienen quejándose de los otros, que si el jefe, que si sus compañeros, que si su pareja, que si sus hijos y, muchas veces vienen quejándose de las circunstancias, de la vida, de lo que ocurre. Quieren que cambie lo de fuera que les molesta y que incluso no aguantan. Cuando llega un nuevo año, naturalmente, le piden al año sus deseos de que les traiga los cambios que quieren en su vida.

La queja está instaurada en nuestra sociedad como una forma correcta, incluso simpática de relacionarnos y de vivir. Ha

blar mal del otro, criticarle, juzgarle, incluso desear que no exista es parte del espectáculo mediático que nos ofrecen las cadenas televisivas. Hablar de lo mal que estoy, de lo mal que me va está de moda. El victimismo se ha instaurado como una forma de vida, soy un pobrecito, tengo mala suerte, las circunstancias, la vida, …

Poco favor nos hace esto a nuestro bienestar psicológico. Pensar en lo que falta, en los problemas, en el odio, mantenerse en el resentimiento y en una emocionalidad negativa entre la ira y el asco no nos ayuda nada a estar bien, al bienestar.

EMPECEMOS EL AÑO CON RESPONSABILIDAD

Siempre empezamos el año pidiéndole que se cumplan nuestros deseos y deseando a los demás todo lo mejor. Pero en este post no vamos a pedirle nada al nuevo año sino a pedírnoslo a nosotros mismos. Mis deseos de nuevo año son para que sea más consciente, más responsable y mantenga una conducta impecable con todo lo que me puede aportar buen trato y bienestar.

Empezamos el año nuevo y mi propuesta es precisamente pedirnos a nosotros mismos los deseos que lleven a cambios.

Se basa en la consciencia, en la responsabilidad y en la conducta elegida y no actuar en el piloto automático de una emocionalidad inconsciente y negativa.

Así que sí, mis deseos son conmigo misma.

No hay nada que desee para mí que no desee para todos, especialmente para todos aquellos clientes de Psicología Coaching que tratan de resolver su inquietud fuera de sí mismos. Seamos responsables con nosotros mismos y cuidémonos.

CÓMO AFECTA EL TELETRABAJO A NUESTRA SALUD

Es un tema de actualidad, la salud mental. De repente, numerosas personas, instituciones, administraciones hablan de salud mental. Ha sido uno de los efectos que la pandemia ha provocado y de los que habrá que hablar mucho y durante mucho tiempo.

En este contexto, surgen también los interrogantes sobre el teletrabajo, ¿cómo afectan a nuestra salud? Es un tema de actualidad sobre el que he comentado en el programa de radio En casa de Herrero donde han abordado el trabajo, la salud y las mujeres.

https://esradio.libertaddigital.com/fonoteca/2021-12-17/las-noticias-de-herrero-el-teletrabajo-afecta-mas-a-la-salud-de-las-mujeres-que-a-la-de-los-hombres-6848137.html

Hay que tener presente que el teletrabajo es un modo específico de trabajar que requiere de condiciones adecuadas, de una prevención de riesgos laborales concreta y de unos hábitos específicos.

A nadie se le escapa que la continuidad de horas delante de un ordenador puede tener unos efectos adversos.

Las bajas por contracturas y afecciones del sistema musculoesquelético han sido numerosas, de ahí las recomendaciones que los profesionales médicos y fisioterapeutas han venido dando,  incluso la OMS ha ofrecido pautas de estiramientos.

Los oftalmólogos también han apreciado más complicaciones con los ojos y han dado recomendaciones para relajar los ojos y flexibilizar la mirada.

Y, como no puede ser de otra forma, los psicólogos, también, hemos ofrecido análisis, criterio y recomendación sobre cómo actuar.

Los efectos a nivel psicológico tienen que ver con una mayor exigencia mental por el exceso de información y por la falta de contexto social.

1. La acumulación de estímulos visuales y auditivos concentrados y continuados produce un mayor desgaste, un estrés digital y un incremento de la fatiga mental, lo que lleva a más errores en la atención, interpretación y ejecución de la información. Vaya, que malinterpretamos con más frecuencia los mensajes o nos equivocamos al escribir o enviar un mail o no nos enteramos de lo que leemos.

2. La falta de contexto hace que nos cueste entender más la información. Nos falta la información informal y la comunicación no verbal y paraverbal por lo que nos cuesta  relativizar los datos y darles un valor adecuado. De ahí que haya más malentendidos e incluso malestar por mensajes recibidos.

Para paliar este incremento del estrés, son numerosas las empresas que están ofreciendo a sus trabajadores programas para aprender a afrontar el estrés y también para conectar y desconectar del teletrabajo.

En cuanto a los aspectos relacionales, se habla mucho de la soledad que sienten algunos teletrabajadores. El aislamiento no ayuda al equilibrio y el bienestar. De ahí la importancia de que las empresas apliquen políticas específicas que garanticen el contacto y la interacción social más allá de la ejecución de la tarea. Por ejemplo, programando reuniones de contacto social, espacios informales en los que no se habla de trabajo sino de quienes son, cómo están, dónde y cómo viven los miembros de un equipo. Otra de las medidas necesarias es el feedback continuado y la organización del trabajo con base en resultados y no en presencialismo.

El estudio que se cita en el programa de radio concluye que las mujeres se sienten más solas que los hombres cuando teletrabajan. Otro estudios, también han señalado que las mujeres han acusado más negativamente el teletrabajo estrés, fatiga mental, soledad. Además, de las limitaciones que pueden ocasionar en la asignación de responsabilidades y proyección de carrera. Designar a un responsable es cuestión de confianza y el vínculo y la confianza es difícil de generar a distancia. De ahí que haya que pensar en modalidades mixtas presencial-híbrido como las más necesarias a futuro.

El teletrabajo probablemente se quede como una modalidad de trabajo y nos conviene aprender a cuidarnos en este contexto específico.

La salud mental ahora nos preocupa, debe ocuparnos, debemos aprender a cuidarnos. En esta línea comparto desde aquí la guía que elaboré para el Colegio de la Psicología de Madrid con algunas recomendaciones para cuidar nuestra salud en el teletrabajo.

https://www.copmadrid.org/web/publicaciones/recomendaciones-para-el-teletrabajo